Para mí es uno de los pilares básicos de la felicidad. La coherencia es algo inherente al SER, es como mi «vara de medir» interna. No tiene nada que ver con lo que opinan otros, o con los pensamientos de lo que haría la sociedad en tal o cual situación. Es mi columna vertebral, la que me sostiene día a día , la que me permite caminar recta, segura y mirar adelante con ilusión, amor y de frente a mi propósito de vida.
La coherencia a veces se encuentra con el miedo cara a cara, si. Y eso puede despistar, a veces, puede desviar de mi camino temporalmente. Si la escucho bien, me devuelve de golpe a mi senda.
Los miedos son nuestras creencias, que muchas veces nos intentan proteger porque creen que estamos en peligro, anticipando todo lo que nos puede pasar si seguimos lo que SENTIMOS.
Somos humanas, únicas con nuestros valores, nuestra esencia, nuestra senda. A veces ser coherente es un trabajo de valientes, pero no sabéis la recompensa que te da vivir ahí. Cuando vives ahí mucho tiempo , el foco está en el camino y no en el resultado. Quizá las decisiones que nos hacen vivir en coherencia con nosotras, no nos lleven de manera inmediata a un resultado 100% satisfactorio a todos niveles, pero sí a vivir en coherencia con quienes somos.
Mira a tus miedos de frente, escucha lo que sientes, y lánzate a salir de tu zona de confort, de tus pensamientos bucle visualizando tu senda hacia ese SER maravilloso que ERES.
Mi coherencia, mi camino a ITACA.